Toda aflicción que llega acaba por irse. Así sucede con las glorias y las tragedias del mundo.
Paulo Coelho
Creías que destruir lo que separa era unir. Y has destruido lo que separa. Y has destruido todo. Porque no hay nada sin lo que separa.
Si no puede edificar una casa, construye un corazón.
La vida nos enseña que solo somos felices a costa de alguna ignorancia.
Ni la derrota en mi valor rehuyo... Mas, antes de rendirme fatigado, me encerraré en la torre de mi orgullo, y en sus escombros moriré aplastado.