Refranes. Encuentra docenas de refranes con fotos para copiar y compartir.
Hijos chicos, chicos dolores; hijos mayores, grandes dolores.
El idiota grita, el inteligente opina y el sabio calla.
La mujer puede tanto que hace pecar a un santo.
Oficio que no sustenta tu vida, dale despedida.
A quien te engañó una vez, jamás le has de creer.
Días se fueron y días vendrán; lo que unos trajeron, los otros se llevarán.
A la sombra de los buenos, viven los malos.
Quien bien te quiere te hará llorar.
Quien buen norte tiene, seguro va y seguro viene.
Si tienes pan y lentejas, ¿por qué te quejas?.
Entre padres y hermanos no metas tus manos.
Médico sin ciencia, poca conciencia.
Gente de trato llano, ésa sí es de mi agrado.
Hijo eres, padre serás; cual hicieres, tal habrás.
Consejos en amores nunca recibas, y menos cuando vienen de las amigas.
Los falsos amigos y las deudas, siempre llegan sonriendo.
Contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar.
Haz mil favores y deja de hacer uno, como si no hubieras hecho ninguno.
Amistad por interés, no dura porque no lo es.
Hombre que el bien no agradece solo el desprecio merece.
Mientras no hay viento, no hay mal tiempo.
Amistades que son ciertas mantienen las puertas abiertas.
Ira de hermanos, ira de diablos.
Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto.
A los buenos, dios se los lleva; y a los malos aquí se quedan.
No hay guerra más hiriente que entre hermanos y parientes.
La necesidad tiene cara de perro.
En largos caminos, se conocen los amigos.
Entre hermano y hermano, no metas la mano.
La mentira dura hasta que la verdad florece.
El amor y los celos son compañeros.
El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe.
Si dices las verdades, pierdes las amistades.
Acabándose el dinero, se termina la amistad.
El espantapájaro engaña solo dos días a los pájaros; a los tres, se cagan en él.
La noticia mala llega volando, y la buena, cojeando.
No se pueden pedir peras al olmo.
Más hace el lobo callando que el perro ladrando.
En la necesidad, se conoce la amistad.
Humildad y paciencia, ambas van por una senda.