No puede el médico curar bien sin tener presente al enfermo.
Séneca
Bajo un mismo techo durmieron las cortesanas, la luna y el trébol.
Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa.
Amistad fuerte, llega más allá de la muerte.
Tantos siglos de civilización y no aprendimos a abrazarnos.