El poder más peligroso es el del que manda pero no gobierna.
Gonzalo Torrente Ballester
El dinero, que ha hecho morir a tantos cuerpos, hace morir todos los días a miles de almas.
Ésta es nuestra obligación hacia el niño: darle un rayo de luz, y seguir nuestro camino.
Al hombre que hace todo lo que puede no podemos decirle que no hace todo lo que debe.
Para gobernar se precisa firmeza, pero también mucha flexibilidad y paciencia.