Ni el pasado existe ni el futuro. Todo es presente.
No puedo desear que ganen los buenos, ya que ignoro quienes son.
La peor soledad que hay es el darse cuenta de que la gente es idiota.
Cuando hay dinero de por medio es muy difícil la libertad.
La enseñanza se ha puesto muy complicada, y uno ya no sabía ni qué enseñar, ni cómo enseñar, ni a quién enseñar.
Una buena mentira hay que contarla por etapas, como toda narración bien compuesta
El poder más peligroso es el del que manda pero no gobierna.