La enseñanza se ha puesto muy complicada, y uno ya no sabía ni qué enseñar, ni cómo enseñar, ni a quién enseñar.
Gonzalo Torrente Ballester
Solo hay mundo donde hay lenguaje.
Quien nunca haya cometido un error, nunca ha intentado algo nuevo.
A menudo es preferible una falsa alegría a una tristeza cuya causa es verdadera.
El hombre prudente solo piensa en sus dificultades cuando ello tiene algún objeto. Cuando no, piensa en otra cosa.