Pensamiento de miguel de cervantes. Encuentra docenas de pensamiento de miguel de cervantes con fotos para copiar y compartir.
Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal bípedo que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie.
Brava comparación -dijo Sancho-, aunque no tan nueva, que yo no la haya oído muchas y diversas veces, como aquella del juego del ajedrez, que mientras dura el juego, cada pieza tiene su particular o...
El hacer el padre por su hijo es hacer por sí mismo.
Donde hay música no puede haber cosa mala.
La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.
Más hermoso parece el soldado en la batalla que sano en la huida.
Si los celos son señales de amor, es como la calentura en el hombre enfermo, que el tenerla es señal de tener vida, pero vida enferma y mal dispuesta.
El amor es invisible y entra y sale por donde quiere, sin que nadie le pida cuenta de sus hechos.
Las armas tienen por objeto y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden desear en esta vida.
¿qué locura o que desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?.
Las armas requieren espíritu como las letras.
Sea moderado tu sueño; que el que no madruga con el sol, no goza del día.
Llenáronse de regocijo los pechos porque se llenaron las tazas de generosos vinos que, cuando se trasiegan por la mar, de un cabo a otro, no hay néctar que se les iguale.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por l...
No puede ser bueno aquél que nunca ha amado.
Tanto más fatiga el bien deseado cuanto más cerca está la esperanza de poseerlo.
No hay camino que no se acabe si no se le opone la pereza.
En los principios amorosos los desengaños prestos suelen ser remedios calificados.
Un padre para cien hijos, antes que cien hijos para un padre.
El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se pasa.
¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.
Adonde interviene el favor y las dádivas, se allanan los riscos y se deshacen las dificultades.
Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
Mientras se gana algo no se pierde nada.
No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmalazado.
Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas, y no el gastarlas como quiera, sino el saberlas gastar.
Alguno se estima atrevido, cuando con otros se compara. Algunos creo que hubo tan discretos que no acertaron a compararse sino a sí mismos.
Las sentencias cortas se derivan de una gran experiencia.
De las miserias suele ser alivio una compañía.
La poesía tal vez se realza cantando cosas humildes.
La abundancia de las cosas, aunque no sean buenas, hacen que no se estimen, y la carestía, aun de las malas, se estima en algo.
Tanto más fatiga el bien deseado cundo la esperanza está más cerca de poseerlo.
Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas.
Más vale la pena en el rostro que la mancha en el corazón.
La falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde.
La mujer ha de ser dueña, y parecerlo, que es más.
No desees y serás el hombre más rico del mundo.
Préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio.
¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo!
Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía.