Poemas de benito perez galdos cortos. Encuentra docenas de poemas de benito perez galdos cortos con fotos para copiar y compartir.
El dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden.
Yo no tengo la culpa de que la vida se nutra de la virtud y del pecado, de lo hermoso y de lo feo.
El mal, en cualquier forma que tome dentro de lo humano, no tiene significación alguna para una alma fuerte, aplomada y segura de sà misma.
El verdadero amor, el sólido y durable, nace del trato; lo demás es invención de los poetas, de los músicos y demás gente holgazana.
Que cada cual siga su inclinación, pues las inclinaciones suelen ser rayas o vÃas trazadas por un dedo muy alto, y nadie, por mucho que sepa sabe más que el destino.
Dime que te gustará esta vida oscura y deliciosa; que amarás esta paz campestre; que aquà te curarás de las locas efervescencias que tuban tu espÃritu, y que anhelas ser una feliz y robusta villa...
Desde que te quiero -a su amigo decÃa-, no tengo miedo a nada, ni a los toros ni a los ladrones. Me siento valiente hasta al heroÃsmo, y ni la serpiente boa ni el león de la selva me harÃan pestaÃ...
Se ha declamado mucho contra el positivismo de las ciudades, plaga que entre las galas y el esplendor de la cultura corroe los cimientos morales de la sociedad; pero hay una plaga más terrible, y es ...
(...) Ni al mar irritado, ni a los monstruos acuáticos, ni a la ruidosa tempestad, ni al cielo, ni a la tierra; no tenÃa miedo a cosa alguna creada por Dios más que a su bendita mujer.
Acepto la expiación horrible que me ha sido impuesta y la acepto sin ira, con humildad. Perdono las injurias; no siento ni aborrecimiento ni antipatÃa por los que han hecho de mi nombre la palabra d...
Nadie encuentra completa dicha en este mÃsero mundo, y que es rarÃsimo hallar dos caracteres en completo acomodo y compenetración dentro de la jaula del matrimonio, pues el diablo o la sociedad o D...
(...) Pues le pertenecÃa como una petaca, un mueble o una prenda de ropa, sin que nadie se la pudiera disputar; ¡Y ella parecÃa tan resignada a ser petaca, y siempre petaca!
Asusta pensar que acaso las admiraciones más sinceras que tenemos son las de las personas que no nos han comprendido.
No es impropio el llanto en las grandes almas, antes bien indica el consorcio fecundo de la delicadeza en sentimientos con la energÃa de carácter.
Trató de explicar la atracción que, en el estado de su espÃritu, sobre él ejercÃan los áridos peñascales y escombreras en que a la sazón se encontraba. Realmente, ni él sabÃa explicárselo, ...
Lo que digo: quieren que no haiga pobres, y se saldrán con la suya. Pero pa entonces, yo quiero saber quién es el guapo que saca las ánimas del Purgatorio... Ya, ya se pudrirán allá las señoras ...
Este partido polÃtico está pudriéndose por la inmensa gusanera de caciques y caciquillos. Tienen más que los monárquicos. En cada capital hay cincuenta que quieren imponer los caprichos de su van...
SÃ, una cosa sé, y es que no sabemos más que fenómenos superficiales ¡Alma! ¿Qué pasa en ti?
¡Ay, Dios mÃo! El último de los artesanos, el triste mendigo de las calles me han causado envidia en esta temporada; asà como ahora, desahogado y libre, no me cambio por el Rey, no, no me cambio; ...
(...) Su conciencia, tan sensible en otros puntos, en aquel era más dura y más muerta que un guijarro, con la diferencia de que este, herido por la llanta de una carreta, suele despedir alguna chisp...
¡Qué prodigiosa memoria! -No diga usted memoria; diga usted años. Cuando uno va de capa caÃda, se entretiene en ajustar estas tristes cuentas, en comparar vejeces...
Creyó que aquellas voces y aquel nombre habÃanlos pronunciado todos los demonios del infierno, difundidos invisibles por los aires, y volvió a donde estaba, y oyó nueva algazara de mujeres chillon...
El chiquillo subió con presteza. Abriole la puerta una señora cuya cara podÃa dar motivo a controversias numismáticas, como la antigüedad de ciertas monedas que tienen borrada la inscripción, pu...
La base de la estrategia del guerrillero es el arte de reunirse y dispersarse. Se condensan para caer como la lluvia. Eso y nada más que eso es la lucha guerrillera, es decir, el paÃs en armas, el t...
Aunque es cosa averiguada que el corazón no tiene alas, puede y debe decirse, aceptando la anatomÃa vulgar, que a Solita se le cayeron las alas del corazón. Salió a la calle sin ver portero, ni po...
Ésta, marchando hacia la casa, absorta, pensativa, triste, oÃa zumbar en su oÃdo la funesta voz que ha tiempo, en sus desvelos y en sus meditaciones, le decÃa: -Rebélate, rebélate. Tu inteligenc...
En aquel momento sus ojos miraban en derredor, asombrados, asustados, con melancolÃa y vaguedad, como el que no ha visto nunca un horizonte y lo ve por primera vez.
Hijo mÃo, ve aprendiendo, ve aprendiendo para cuando seas hombre. Del que está caÃdo nadie se acuerda y lo que hacen es patearle y destrozarle para que no se pueda levantar...
¿Eso que tenemos delante es el Cerrillo de los Lirios? ¿Pero dónde están esos lirios, hombre de Dios? Yo no veo más que piedras y yerba descolorida. Llamen a eso el Cerrillo de la Desolación y h...
No me insultes, no eches más ignominia sobre mà -dijo Monsalud con emoción profunda, y antes que colérico, conmovido y sin aliento-. Soy un desgraciado, el más desgraciado de los hombres. Si no t...
Sigamos que ya estamos a las puertas de Boñices, pueblo en verdad digno de ser visto, porque él es el emporio de la miseria. Yo, cuando entro en él, como en otros igualmente consumidos y muertos, m...
Esto no tiene enmienda por ahora ni hay alquimia que de esta basura haga oro puro. Lo que he pensado y sostenido varias veces lo veo y lo palpo ahora... Un puñado de hombres refugiados en Inglaterra ...
Eso sÃ: tenÃa el genio fuerte y no consentÃa la más pequeña falta; pero su mucho rigor nos obligaba a quererle más, porque el capitán que se hace temer por severo, si a la severidad acompaña l...
No quiero yo alas ni alones, ni andar entre ángeles sosos que tocan el arpa. Déjenme a mà de arpas y acordeones y de fulgores celestes. Venga mi vida mortal, y salud y amor, y todo lo que deseo.
Su mirada era como la mirada de los pájaros nocturnos, intensa, luminosa y más siniestra por el contraste obscuro de sus grandes cejas, por la elasticidad y sutileza de sus párpados sombrÃos, que ...
Creo que la polÃtica no se hace con sentimientos sino con virtudes, y como no tenemos éstas, poco adelantamos.
Gran psicólogo es Beethoven y portavoz ecualitario del humano dolor, exhalado de las almas humildes como de las que se tienen por linajudas... Abandonando sus oÃdos a la onda musical, y dejándolos ...
Esto es insoportable. Esto es nauseabundo. En este partido se tropieza por excepción con hombres sinceramente republicanos, con hombres que deseen el advenimiento de la República.
Precisamente el alma es la que se pierde, porque es la que se fascina, la que se engaña, la que sueña mil bellezas y superiores goces, la que aspira con sed insaciable a lo que no posee y a hacer po...
Más vale que tengan libertad ciento que no la comprenden, que la pierda uno solo que conoce su valor. Los males que con ella pudieran ocasionar los ignorantes son inferiores al inmenso bien que un so...