La gloria de la jardinería: las manos en el suelo, la cabeza en el sol, el corazón con la naturaleza. Fomentar un jardín es no alimentar solo en el cuerpo, pero el alma.
La exclusividad en un jardín es un error tan grande como lo es en la sociedad.
No hay jardín sin humildad. La naturaleza está constantemente enviando incluso a sus más antiguos estudiosos de la parte inferior de la clase por algún error atroz.