Se puede amar sin sufrir cuando se ama sin enrojecer.
Cuando el corazón es bueno, el dolor es saludable.
Extraña cosa que el hombre que sufre quiera hacer sufrir a lo que ama.
Solo lo hermoso es cierto, nada es cierto sin belleza.
No hay peor dolor que recordar la felicidad en el día de la tristeza.
Cada verso memorable de un verdadero poeta tiene dos o tres veces el contenido escrito.
Uno no debe jugar con el amor.
Con un beso pongamos por un mundo desconocido.
Más obliga y más puede un rostro bello que un hombre armado.
El vaso en el que bebo no es grande, pero es mío.
El cristianismo arruinó emperadores, pero salvó pueblos.
Los axiomas son los enemigos de las máximas.
Se cree en la sangre que corre y se duda de las lágrimas.
La discusión es una tierra estéril; todo lo mata.
El juego es la única pasión que puede competir con el amor.
Nadie se conoce hasta que ha sufrido.
Cruzarse con una mujer en la calle, mirarla, decirle una palabra y no olvidarla más, ¿qué milagro es éste? ¿Por qué esta mujer y no aquélla? Invocad la razón, el hábito, los sentidos, la cabe...
Haceos de este mundo un sueño sin despertar.
Escribir poesía es hacer un trabajo exquisito, lleno de temor y de encanto, es hacer una perla de una lágrima.
La poesía es el más dulce de los pesares.