Quien se allana ante todo, y todo soporta dulcemente, debe ser cordero y león, en un único ser.
El pecador no ve: cuanto más corre y se apresura en su egolatría, tanto más se enceguece.
¿Quién es un hombre pobre? El que desorientado y desvalido, no tiene criatura, ni Dios, ni cuerpo, ni alma.