Frases de vanidad
Frases de vanidad. Encuentra docenas de frases de vanidad con fotos para copiar y compartir.

Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.
El poder arbitrario constituye una tentación natural para un príncipe, como el vino o las mujeres para un hombre joven, o el soborno para un juez, o la avaricia para el viejo, o la vanidad para la m...

Ser celoso es el colmo del egoísmo, es el amor propio en defecto, es la irritación de una falsa vanidad.

La vanidad es el amor propio al descubierto.

La vanidad es híja legítima y necesaría de la ignorancia; el hombre es un ciego que no sabe verse a sí mismo.
Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquell...

El cambio de moda es el impuesto que la industria del pobre carga sobre la vanidad del rico.

Lo que hace tan agudo el dolor de los celos es que la vanidad no puede ayudar a soportarlo.

Dios ha creado las noches que se arman de sueños y las formas del espejo para que el hombre sienta que es reflejo y vanidad.

La vanidad es la ciega propensión a considerarse como individuo no siéndolo.

La vanidad muere con dificultad. En algunos casos obstinados, sobrevive al hombre.

En muchos casos hacemos por vanidad o por miedo, lo que haríamos por deber.

La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.

Esa clemencia, de la que se hace una virtud, a veces se practica por vanidad, otras por pereza, a menudo por miedo, y casi siempre por esas tres razones juntas.

Hablamos muy poco, excepto cuando la vanidad nos hace hablar.

La adulación es una moneda falsa que tiene curso gracias solo a nuestra vanidad.

Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.

La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés.

La opulencia es escuela de vanidad y aspereza.

La masa busca al líder, no porque lo estime sino por interés; y el líder acepta a la masa por vanidad o por necesidad.

Solo la mística simple del mandamiento del amor, constante, humilde y sin pretensiones de vanidad pero con firmeza en sus convicciones y en su entrega a los demás podrá salvarnos

A los muertos no les importa cómo son sus funerales. Las exequias suntuosas sirven para satisfacer la vanidad de los vivos.
La vanidad y el orgullo son cosas distintas, aunque muchas veces se usen como sinónimos. El orgullo está relacionado con la opinión que tenemos de nosotros mismos; la vanidad, con lo que quisiéram...

La vanidad el alardeo, son una actitud de espiritualidad mundana, que es el peor pecado de la Iglesia

Cuida tu reputación, no por vanidad, sino para no dañar tu obra, y por amor a la verdad.

El espejo sirve solamente a la vanidad del hombre; la mujer lo necesita para cerciorarse de su personalidad.

La vanidad de las mujeres es tan grande, que con tal de aparecer amada por alguien, se avendrían a no serlo.

La vanidad es la base de toda revolución, la libertad no es más que un pretexto

Me preocupa mucho el fracaso, no sé si es por vanidad, por necesidad de afecto o por las dos cosas.

Aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes de un hombre sin sus vicios

La vanidad saquea la dignidad.

El amor propio y la vanidad nos hacen creer que nuestros vicios son virtudes, y nuestras virtudes, vicios.

Suprime la vanidad en las mujeres y habrás suprimido la mitad, por lo menos, de ambición en los hombres

El que niega su propia vanidad suele poseerla en forma tan brutal, que debe cerrar los ojos si no quiere despreciarse a sí mismo.

La cosa que mejor hacemos, desearía nuestra vanidad hacerla pasar por la más difícil. Esto puede explicar el origen de muchas morales.

La curiosidad no es más que vanidad. En la mayoría de los casos, solo queremos saber algo para hablar de ello.
Creer en la inmortalidad del alma, es decir, estar persuadidos de la existencia de algo de lo cual es imposible formarse alguna noción real, es creer en palabras sin poderlas relacionar con algún se...

No puede ser sino vanidad, lo que no sirve para la eternidad

Por la soberbia y vanidad se han extraviado muchos, llegando a veces a padecer ceguera casi incurable

¡Cuantos desfiguros causa la vanidad!