Me gustaría morir a los 104 años, completamente sano, asesinado por un marido que me acabara de pillar, in fraganti, con su joven esposa.
Confiá en tu propio instinto. Los errores bien pueden ser tuyos en lugar de los de alguien más.
Hay algo sorprendente: cuando reflexiono sobre todas mis películas, me llama la atención que, en las épocas en que estuve deprimido hice comedias. Y cuando me sentía feliz, rodé temas más bien t...
Tenés que tener un sueño, así a la mañana podés levantarte.
Un húngaro es alguien que entra contigo en una puerta giratoria y sale antes que tú.
Dicen que no encajo en este mundo. Francamente, considero esos comentarios un halago. ¿Quién diablos quiere encajar en estos tiempos?.
Escribir un guion no es esperar a que llegue la musa y te bese en la frente; es un trabajo muy duro. He hecho ambos trabajos, y sé que dirigir es un placer y escribir un guion es un rollo.
Todos los días miro los obituarios de los periódicos y me fijo sobre todo en la edad del muerto. La mayoría es más joven que yo. Me asusto y pienso: a lo mejor se han olvidado de mí.
No voy a la iglesia. Arrodillarme me hace bolsas en los pantalones.
Un director tiene que ser policía, comadrona, psicoanalista, adulador y bastardo.
La televisión es lo más maravilloso que podía habernos sucedido. Siempre hemos sido lo más bajo de lo bajo, pero ahora han inventado algo a lo que podemos mirar desde arriba.
He hecho películas que a mí me hubiera gustado ver. Y yo solo quiero ver películas que me entretengan.
Lo único que me partiría el corazón sería que me quitaran la cámara y no me dejaran volver a hacer películas.
Marilyn Monroe era de carne, y se fotografiaba de carne. Tenías la impresión de que bastaba con alargar la mano para poder tocarla.
Marilyn era un absoluto genio como actriz cómica, con un sentido extraordinario para los diálogos cómicos. Tenía ese don. Nunca después he vuelto a encontrar una actriz así.
Si el cine consigue que un individuo olvide por dos segundos que ha aparcado mal el coche, no ha pagado la factura del gas o ha tenido una discusión con su jefe, entonces el Cine ha alcanzado su obje...
Trabajar en el cine era vergonzoso, era lo más despreciable. Gracias a Dios se inventó la televisión.
Nunca me retiraré. Tendrán que quitarme la cámara para que deje de hacer películas. Moriré haciendo películas.
Al público no hay que dárselo todo masticado, como si fuera tonto. A diferencia de otros directores que dicen que dos y dos son cuatro, Lubitsch dice dos y dos... y eso es todo. El público saca sus...
Para hacer una película hay una sóla regla: solo hay que hacer aquello que sea de utilidad a la película.