Frases de Camilo José Cela ( 3 )

Mienten los que quieren disfrazar la vida con la máscara loca de la literatura.

La inspiración es trabajar una buena porción de horas.
-Lo que yo quiero -decÃa don Nicolás a su sobrino Pedrito, que hacÃa unos versos muy finos y estudiaba FilosofÃa y letras- es una cachonda con arrobas que me haga gozar, ¿me entiendes?, una tÃa ...

El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo; y eso no es cierto. El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo; y eso sà es cierto.

Seguimos en las mismas inútiles resignaciones... Es grave confundir la anestesia con la esperanza...

El humor es la gran coraza con la que uno se defiende en este valle de lágrimas
No usemos la lengua para la guerra, y menos para la guerra de las lenguas, sino para la paz, y sobre todo para la paz entre las lenguas. De la defensa de la lengua, de todas las lenguas, sale su forta...

Para el éxito sobra el talento; para la felicidad, ni basta

No hay fórmula más eficaz para que una idea germine, que la de bañarla en sangre o cerrarla bajo siete llaves.
Celestino se queda perplejo, sin saber qué hacer. Piensa romperle un sifón en la cabeza, por fresco, pero se acuerda: Entregarse a la ira ciega es señal de que se está cerca de la animalidad. Quit...

La polisemia de nación lleva lastrando la capacidad de ponerse de acuerdo acerca del futuro del reino de España desde el momento mismo en que se aprobó la Constitución de 1978.

La muerte es de una vulgaridad absoluta; todos los nacidos terminan pasando por ella.

Una huelga de intelectuales, que es un supuesto improbable, paralizarÃa la marcha del mundo.

Es grave confundir la anestesia con la esperanza; también lo es tomar el noble rábano de la paciencia por las ruines hojas lacias, ajadas, trémulas- de la renunciación.
En el servicio aprendió a leer, a escribir y a sumar, y perdió la inocencia. Abrió la tahona, se casó, tuvo doce hijos, compró un calendario y se sentó a ver pasar el tiempo. Los patriarcas anti...

No hay violencia admisible aun la violencia puesta al servicio de la causa justa, concepto que el ser humano puede creer pero no precisar.

El argot, hijo mÃo, es un poco ese pariente tarambana a quien todos envidian y todos fingen despreciar.

Las mujeres están para ser gustadas. Después, unas se dejan, otras no... Eso va ya por provincias.

Un carallo a tiempo es una victoria dialéctica

Cuando viajo, lo que más me interesa es la gente, porque solo hablando con ella se conoce el ambiente.