Dadme dos líneas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar.
Los grandes incendios nacen de las chispas pequeñas.
Para saber cómo disimular es el conocimiento de los reyes.
Si me das seis líneas escritas por la mano de los más honestos de los hombres, voy a encontrar algo en ellos que ahorcarlo.