Dadme dos líneas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar.
Cardenal Richelieu
El maestro ciruela, que no sabe leer y pone escuela.
Una multitud es como un vasto desierto de hombres.
Todo lo que hay de bello en el hombre pasa y no dura.
No hay poder que no venga de Dios.