el cuerpo que camina no tiene historia, tan solo un flujo de vida inmemorial.
Caminando, solo una hazaña importa: la intensidad del cielo, la belleza de los paisajes. Andar no es un deporte.
suele decir que caminar te «vacía la mente». Al contrario: andar te llena el espíritu de una consistencia distinta. No la de las ideas o las doctrinas, no en el sentido de una cabeza atiborrada de fra...