Henry frederic. Encuentra docenas de henry frederic con fotos para copiar y compartir.
El amor es el olvido del yo.
La inteligencia es útil para todo, suficiente para nada.
Dime lo que crees ser y te diré lo que no eres.
Un error es tanto más peligroso cuanta más cantidad de verdad contenga.
El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón.
Cualquier paisaje es un estado del espíritu.
No niego los derechos de la democracia; pero no me hago ilusiones respecto al uso que se hará de esos derechos mientras escasee la sabiduría y abunde el orgullo.
La divagación es el domingo del pensamiento.
El destino tiene dos maneras de herirnos: negándose a nuestros deseos y cumpliéndolos.
El ideal es la anticipación del orden por el espíritu.
Hay una moral femenina y una moral masculina como capítulos preparatorios de una moral humana.
Mil cosas avanzan. Novecientas noventa y nueve retroceden. Esto es el progreso.
Saber envejecer es la obra maestra de la vida, y una de las cosas más difíciles en el dificilísimo arte de la vida.
La poesía siempre es lo lejano.
Si existe algún conflicto entre el mundo natural y el moral, entre la realidad y la conciencia, la conciencia es la que debe llevar la razón.
El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos.
La vida no es más que un tejido de hábitos.
La destreza ayuda en todo, pero no basta para nada.
La crítica convertida en sistema es la negación del conocimiento y de la verdadera estimación de las cosas.
Sin pasión, el hombre solo es una fuerza latente que espera una posibilidad, como el pedernal el choque del hierro, para lanzar chispas de luz.
Cuando mi amigo está infeliz, voy a su encuentro; cuando está feliz , espero que me encuentre.
El que desprecia demasiado, se hace digno de su propio desprecio.
Mira dos veces para ver lo exacto; mira una sola vez para ver lo hermoso.
Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello.
La vida es un aprendizaje de renunciamiento progresivo, de continua limitación de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestra fuerza, de nuestra libertad.
No puedo contentarme con tener razón yo solo.
Vivimos mientras nos renovamos.
Nada muestra mejor el carácter de cada cual que su manera de portarse con los necios.
La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir.
El deber es la necesidad voluntaria, la carta de nobleza del hombre.
El hombre que pretende verlo todo con claridad antes de decidir nunca decide.
Antes de dar un consejo es preciso procurar que se lo acepte, o, más bien, que se lo desee.
Hacer con soltura lo que es difícil a los demás, he ahí la señal del talento; hacer lo que es imposible al talento, he ahí el signo del genio.
La inconstancia lo hecha todo a perder, ella no deja que ninguna semilla germine.
La verdadera humildad consiste en estar satisfecho.
Un error es peligroso en proporción a la cantidad de verdad que contiene.
El destino puede seguir dos caminos para causar nuestra ruina: rehusarnos el cumplimiento de nuestros deseos y cumplirlos plenamente.
La duda en el amor acaba por hacer dudar de todo.
Una burbuja de aire en la sangre, una gota de agua en el cerebro, bastan para que el hombre se desquicie.
Tu cuerpo es templo de la naturaleza y del espíritu divino. Consérvalo sano; respétalo; estúdialo; concédele sus derechos.