Frases de Georg Wilhelm Friedrich Hegel ( 2 )
La educación es el arte de hacer el hombre ético.
Los gobiernos nunca han aprendido nada de la historia, ni hayan aplicado principios deducidos de ella.
No necesitamos ser zapateros saber si los zapatos le quedan bien, y tan poco que tienen necesidad de ser profesionales para adquirir conocimientos sobre temas de interés universal.
No soy feo, pero mi belleza es una creación total.
Es más fácil descubrir una deficiencia en las personas, en los estados y en la Providencia, que ver su verdadero significado y valor.
Tragedias originales en el mundo no son los conflictos entre el bien y el mal. Son conflictos entre dos derechos.
La mera bondad puede lograr poco en contra de la fuerza de la naturaleza.
La historia del mundo es un tribunal de juicio.
La historia sólo debe recoger puramente lo que es, lo que ha sido, los acontecimientos y actos.
La fe no es apta para desarrollar el contenido.
El fin universal y el héroe, ambos se satisfacen.
La existencia del Estado es la vida moral. Ésta consiste en la unificación de la voluntad general y de la voluntad subjetiva.
La pertenencia al Estado es uno de los mayores deberes posibles que cabe asumir al individuo.
El hombre es lo que debe ser, mediante la educación, mediante la disciplina.
En cada caso particular, los hombres persiguen sus fines particulares contra el derecho universal; obran libremente.
La existencia del espíritu consiste en tenerse a sí mismo por objeto.
La filosofía no es, por tanto, un consuelo; es algo más, es algo que purifica lo real, algo que remedia la injusticia aparente y la reconcilia con lo racional, presentándolo como fundado en la idea...
La conciencia de la libertad sólo ha surgido entre los griegos y por eso los griegos han sido libres. Pero lo mismo ellos que los romanos sólo supieron que algunos son libres, más no que lo que es ...
Las leyes y los principios no viven ni prevalecen inmediatamente por sí mismos. La actividad que los pone por obra y les da existencia son las necesidades y los impulsos del hombre, como asimismo sus...
..., los fines particulares se pierden en lo universal.