Se dice que el tiempo es un gran maestro; lo malo es que va matando a sus discípulos.
¡ay!. Supe más tarde que, preocupada por su propia carrera, jamás oyó mi nombre, ni supo de mis luchas, mi concierto o mi éxito.
Todos los compositores saben de la angustia y desesperación que es olvidarse la idea por no tener tiempo de anotarla.
Por lo menos tengo la modestia de reconocer que la falta de modestia es una de mis debilidades.
El amor no puede expresar la idea de la música, mientras que la música puede dar una idea del amor.
Cada compositor sabe la angustia y la desesperación ocasionada por olvidar las ideas que uno no tenía tiempo para escribir.
La suerte de tener talento no es suficiente, también hay que tener un talento para la suerte.