¡ay!. Supe más tarde que, preocupada por su propia carrera, jamás oyó mi nombre, ni supo de mis luchas, mi concierto o mi éxito.
Héctor Berlioz
El éxito es solo la mitad de bonito cuando no hay nadie que nos envidie.
Hombre sabio, de sayas no hace caso.
Paseo
Sin ternuras, que entre nosotros
sin ternuras nos entendemos.
Sin hablarnos, que las palabras
nos desaroman el secreto.
¡Tantas cosas nos hemos dicho
cuando no era posible vernos!
¡Tantas cos...
Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a tenerlas.