Frases de Henry Wadsworth Longfellow
Lancé una flecha al aire, cayó a la tierra, pero no sé dónde.
No hay nada en este mundo tan dulce como el amor, y el amor al lado de la cosa más dulce es el odio.
No hables de afecto perdido, el afecto nunca es en vano.
El talento del éxito no es más que hacer lo que puede hacer bien y hacer bien lo que haces sin pensar en la fama. Si se trata de todo lo que vendrá, ya que es merecido, no porque es buscado.
Siempre que la naturaleza deja un hueco en la mente de una persona, que generalmente yesos de una vez con una gruesa capa de engreimiento.
El amor se entrega, no se compra.
Si solo tocas el tiempo suficiente y lo suficientemente alto en la puerta, que está seguro de despertar a alguien.
La falsificación y la contraparte de la Naturaleza se reproduce en el art.
Hay momentos en la vida, cuando el corazón está tan lleno de emoción que si por casualidad se sacude, o en sus profundidades, como una piedra Gotas alguna palabra ociosa, se desborda, y su secreto,...
El amor por el aprendizaje, los rincones secuestrados, y toda la dulce serenidad de libros.
Es un hermoso rasgo en el carácter de los amantes, que piensan que no hay mal del objeto amado.
Tu destino es el destino común de todos, En cada vida un poco de lluvia debe caer.
No mires con tristeza en el pasado, no vuelve de nuevo. Mejorar sabiamente el presente, que es tuyo. Ir al encuentro de un futuro sombrío y sin temor y con un corazón varonil.
Cuando hubo pasado, parecía que el cese de la música exquisita.
El hombre es siempre más de lo que puede saber de sí mismo y, en consecuencia, sus logros, una y otra vez, vendrá como una sorpresa para él.
La vida del hombre no consiste en ver visiones y sueños que sueñan, pero en la caridad activa y de servicio voluntario.
El pensamiento lleva al hombre de la servidumbre, a la libertad.
Por lo tanto, confiar en tu corazón, y de lo que el mundo llama ilusiones.
El mal solo es bueno pervertida.
En cada vida un poco de lluvia debe caer.