Frases de Heráclito

No se puede descender dos veces por el mismo rÃo, pues cuando desciendo el rÃo por segunda vez, ni yo ni el rÃo somos los mismos.

El sol es nuevo cada dÃa.

Más vale apagar una injuria que apagar un incendio.

Los hombres intentan purificarse manchándose de sangre. Es como si, después de haberse manchado con barro, quisieran limpiarse con barro.

Nadie se baña en el rÃo dos veces porque todo cambia en el rÃo y en el que se baña.

Si no esperas lo inesperado no lo reconocerás cuando llegue.

Los médicos cortan, queman, torturan. Y haciendo a los enfermos un bien, que más parece mal, exigen una recompensa que casi no merecen.

En el cÃrculo se confunden el principio y el fin.

Los perros solo ladran a quienes no conocen.

La enfermedad hace agradable la salud; el hambre la saciedad; la fatiga el reposo.

Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo justo y lo injusto.

Dios es dÃa y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.

Inmortales, mortales, inmortales. Nuestra vida es la muerte de los primeros y su vida es nuestra muerte.

Todas las leyes humanas se alimentan de la ley divina.

Sin esperanza se encuentra lo inesperado.

A todo hombre le es concedido conocerse a sà mismo y meditar sabiamente.

Son distintas la aguas que cubren a los que entran al mismo rÃo.

Los asnos prefieren la paja al oro.

Los buscadores de oro cavan mucho y hallan poco.

Todo cambia nada es.