Frases de Hermann Keyserling

No puede conseguirse ningún progreso verdadero con el ideal de facilitar las cosas.

En la práctica, solo es problema lo que la inteligencia puede resolver.

Se ha dicho que hace falta poseer muchas lenguas para poder pensar conscientemente en la propia. No hay nada más exacto. Cada idioma es una visión del mundo.

Generalizar siempre es equivocarse.

Todos los pueblos hostiles a la família han terminado, tarde o temprano, por un empobrecimiento del alma.
El anarquista que pretende mejorar el mundo es un fenómeno que carece en absoluto de sentido. Lo más grotesco de él es su frecuente pretensión de tener razón, mientras el universo está equivocad...

La máxima felicidad del matrimonio, cosa que los jóvenes ignoraran siempre, es la de envejecer juntos.

La multitud por sí sola nunca llega a nada si no tiene un líder que la guíe.

Los que se proponen como objeto supremo de su vida la felicidad personal, es natural que no tengan inclinación hacia el matrimonio.

Ninguna prueba, ninguna rectificación ni desmentido puede anular el efecto de una publicidad bien hecha.

Todo amor, como experiencia, es absolutamente original.

El intelectual para quien la definición sustituye a la comprensión, es despreciable.

Muy pocos grandes hombres proceden de un ambiente fácil.