El silencio absoluto conduce a la tristeza. Es la imagen de la muerte.
El Hombre que no conoce el dolor no conoce ni la ternura de la humanidad ni la dulzura de la conmiseración.
Me siento demasiado superior para el odio.
La fama no es sino el aliento de la gente, y a veces insalubre.
Puedo no ser el mejor, pero al menos soy diferente.
No sabemos lo que es realmente la buena o mala suerte.
Jamás he conocido las pasiones más odiosas, nunca ha invadido mi corazón la envidia, la maldad, ni la venganza... en ocasiones la ira, pero no soy muy hábil y jamás guardo rencor.
El pueblo inglés piensa que es libre y se engaña: lo es solamente durante la elección de los miembros del Parlamento: tan pronto como éstos son elegidos, vuelve a ser esclavo, no es nada.
Si se investiga en qué consiste precisamente el mayor bien de todos, que debe ser el fin de todo sistema de legislación, se hallará que se reduce a estos dos objetivos principales: la libertad y la...
Nuestras controversias parecerán tan raras a las edades futuras, como las del pasado nos han parecido a nosotros.
¡Qué sublimidad en sus máximas! ¡Qué profunda sabiduría en sus discursos! ¡Qué presencia de mente, qué sutileza, qué idoneidad, en sus respuestas! ¡Qué grande el dominio sobre sus pasiones...
La verdad no lleva a la fortuna, ni el pueblo da embajadas, cátedras ni pensiones.
La persona que ha vivido la mayor parte no es el que tiene la mayor cantidad de años, pero el que tiene las más ricas experiencias.
La historia de Sócrates, que nadie osa dudar, no está tan bien atestiguada como la de Jesucristo.
Celebro contigo un contrato en el cual todos los deberes están a tu cargo y todos los beneficios están a mi favor; contrato, que respetaré mientras se me dé la gana y que tú observarás mientras ...
La razón nos engaña a menudo, la conciencia nunca.
El Hombre es naturalmente bueno, es la sociedad la que lo corrompe.
A las plantas las endereza el cultivo; a los Hombres, la educación.
No hacer nada es la primera y más fuerte pasión del hombre. Es para lograr el reposo que cada quien trabaja, es la pereza que nos vuelve laboriosos.
Cuando Platón describe su imaginario Hombre recto, cargado con todos los castigos de culpa, pero mereciendo la más alta recompensa de virtud, él describe exactamente el personaje de Jesús....Que p...