Frases de Jean-Jacques Rousseau ( 4 )
Nuestros mayores males fluyen de nosotros mismos.
No seréis nunca frailes si primero no sois monaguillos.
La lectura, la soledad, el ocio, la vida suave y sedentaria, las relaciones con las mujeres y los jóvenes, estos son caminos peligrosos para un hombre joven, y estos lo llevan constantemente en pelig...
Solo veo claramente lo que recuerdo.
Base almas no tienen fe en los grandes individuos.
La gratitud es un deber que debe ser pagado, pero nadie tiene el derecho a esperarlo.
Todos mis desgracias proceden de haber pensado demasiado bien de mis semejantes.
Los perseguidores religiosos no son creyentes, son sinvergüenzas.
La fama es el aliento de la gente, y que a menudo malsana.
La infancia es el sueño de la razón.
Cuan quiera que el talento natural de un hombre pueda ser, el acto de escribir no se puede aprender todo de una vez.
Nacemos débiles, necesitamos fuerza; indefensos, necesitamos ayuda; tontos, necesitamos razón. Lo único que nos falta al nacer, lo único que necesitamos cuando llegamos a mayores, es el regalo de ...
Planta y sus plantas cónyuge con usted, malezas y malas hierbas solo.
El cuerpo político, así como el cuerpo humano, comienza a morir tan pronto como nace, y lleva en sí las causas de su destrucción.
Nacemos, por así decirlo, dos veces; nacemos en la existencia, y nacemos en la vida,; nace un ser humano, y nace un hombre.
Odio los libros, sino que solo nos enseñan a hablar de cosas que no sabemos nada.
Yo siempre he dicho y me sentí que la verdadera diversión no se puede describir.
El hombre padece pocos males, si se esceptuan los que él mismo se atrae por el abuso de sus facultades.
Ningún creyente verdadero puede ser intolerante o un perseguidor. Si yo fuera un juez y la ley permitiera la pena de muerte contra los ateos, me gustaría empezar por enviar a la hoguera a quien denu...
Toma el camino opuesto a la costumbre y casi siempre lo harás bien.