Vestía con la misma sobriedad que el hombre de la escopeta: ropas sencillas, discretas, con aire de usadas, pero aun con ellas no perdía el punto de elegancia y clase, la dignidad de la que siempre se...
Pero aquí todos se me emborrachan igual. Si en lugar de matarnos unos a otros hubiéramos ido a beber, otro gallo nos habría cantado.
Miquel soltó una bocanada de aire. Cuando era inspector solía decir que nadie es bueno ni malo, que todo depende de las circunstancias. Y decía que cada ser humano tenía luces y sombras.
La vida es el ruido entre dos silencios.
La relación de una niña con su muñeca es de las más fuertes del universo. Una fuerza descomunal movida por una energía tremenda.
Sabía por propia experiencia que la vida era un laberinto en el que la única puerta de salida conocida era la última: la muerte.
Todos los idiotas se enamoran; así que muérete, listo.
No te quiero, no te quiero, pero puedes persuadirme.
Estar enamorado es como pisar la Luna. Te crees que eres el primero, pero en 1969 por allí ya se paseó un tal Neil Armstrong. ¿Y qué más da? Cada cual tiene su luna. Cada cual es dueño de su propio un...
La vida se les caía encima y ellos miraban todo con ojos de no entender por qué.
El abrazo continuó, se hizo pura energía, vasos comunicantes de sentimientos que iban y venían en un flujo armónico aunque intempestivo. Un millón de escenas, imágenes, palabras y momentos desfiló por...
Sé fuerte, sé fuerte, pero después cede y rómpete.
Los que no sentían el arte, los que no se emocionaban leyendo un libro o lloraban ante una obra de arte, estaban muertos.
Pues...-se hizo la indiferente-, porque aún no he encontrado a mi chico, porque soy muy especial, porque soy muy difícil, porque no quiero tener novio por tenerlo, como si estar sola fuese malo, y por...
Tengo la razón, la tengo siempre, y estoy equivocada.
Hay palabras que antes de ser escritas ya están muertas. Hay palabras que antes de ser pronunciadas ya están gastadas. Hay palabras que antes de ser oídas ya son mentiras. Palabras.
Hay muchas clases de amor. El de un abuelo por sus nietos. El de unos padres por sus hijos. El de los hermanos. El de la familia. El de los amigos. El de las parejas, y tanto da que sean recién casada...
A veces la vida era como una canción. Durante tres minutos, perfecta.
Aceptar la vida es más duro que aceptar la muerte.
Nunca tendremos fecha de caducidad para nuestro amor aunque la muerte nos separe tarde o temprano. Yo estaré a tu lado. Tú me redimirás. Yo te cuidare. Y tú me darás esa luz sin la que ahora mismo no ...