Frases de José Bergamín
Si me hubieran hecho objeto sería objetivo, pero me hicieron sujeto.
Cuando se tiene la "cabeza a pájaros" hay que andarse con "pies de plomo".
Detrás de un patriota hay siempre un comerciante.
Solo los verdaderamente apasionados pueden ser verdaderamente fríos.
La sensualidad sin amor es pecado; el amor sin sensualidad es peor que pecado.
El monstruo en su laberinto; y el tonto en su lío.
También el ingenio puede resultar peligroso; puede resultar lo más peligroso. Nietzsche fue víctima suya. El "ecce homo" es un: he aquí un hombre de ingenio y por consiguiente, un hombre frívolo;...
El que se emborracha en la paz es un cobarde. El que se emborracha en la guerra, sigue siendo un cobarde.
La inteligencia es el "precipitado" de la pasión.
El valor espera; el miedo va a buscar.
El toreo es un doble ejercicio físico metafísico de integración espiritual en el que se valora el significado de lo humano heroicamente o puramente: en cuerpo y alma, aparentemente inmortal.
Desde entonces viví soñando con aquel infantil infierno por el que tus manos de niña me guiaban para perdernos.
Pecar ofrece el arrepentimiento y el perdón; no pecar ofrece único castigo.
Un alemán inmersa en una civilización diferente a la suya pierde un peso equivalente en volumen a la cantidad de inteligencia que él desplaza.
Decimos de un animal que es inteligente, y decimos lo mismo de una mujer, pero en ninguno de los casos es por lo general adecuado, claramente por razones muy diferentes.
Orgullo de un hombre se confunde con dignidad, en una mujer, con el amor propio.
En la literatura francesa, puede elegir a la carta, en la literatura española, no solo el menú fijo.
El pecado más original no es el pensador de pero el poeta.
La novela nace de la desilusión, del poema, de la desesperación.
La felicidad es siempre una coincidencia.