Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos.
Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa.
Nada sienta tan bien el la frente del vencedor como una corona de modestia.
Los Estados, para la diplomacia, no son los pueblos, sino los reyes que los dirigen o los esclavizan.
En lo pasado está la historia del futuro.
Dios se vale muchas veces de los débiles para abatir a los poderosos.