Este amor es más difícil que cagar en un frasquito.
Tu dulzura como acto. O resplandor que ata la memoria, salva de los raspajes de la noche.
No puedo oír tu voz, pero en lo hondo de mi corazón, en su guarida, oigo tus pasos.
Todos los hombres son humanos y lo que cabe en mí, debería caber en los demás. Y viceversa, porque todos los hombres son humanos.
La poesía es un árbol sin hojas que da sombra.
La noche camina por mi boca como un animal.
Esa mujer se parecía a la palabra nunca, desde la nuca le subía un encanto particular, una especie de olvido donde guardar los ojos...
Nuestro cuerpo es un perro sin amo, un borracho sin sombra.
Ésta debe ser una tristeza urbana. Los edificios no dialogan y el cansancio silba. Niños piden limosna y no huelen a gardenia. Allí, secos.
La maravilla pasa, el dolor queda.
Es enorme la tristeza que un hombre y una mujer pueden hacerse entre sí.
¿No debe amar mucho quien quiera amarse dos veces en el mismo amor?
Es tierno lo que nace es tierna Cuba es decir que te ofrezco todos mis nacimientos, lo que me das, lo que aprendí de mí queriéndote, la sed que das, exactamente.
El ojo convertido en lo mirado no se combate más, es dos veces la luz y recibe como ser recibido.
Lo extraño mucho verdaderamente, sus ojos se llenaban a veces de desierto pero sabía callar como un hermano cuando emocionado, emocionado, yo le hablaba de Garlitos Gardel.
Conozco la fecha pero no el día en que nací.
Tu ausencia es más grande que un dinosaurio, que todos los dinosaurios del mundo juntos.
La nada existe antes que el amor, pero el amor la crea.
El amor es un misterio, una obsesión; un tema inevitable desde todos sus aspectos posibles, como la memoria y el exilio.
El único camino es el polvo del camino.