¡Cuán grande riqueza es, aun entre los pobres, el ser hijo de buen padre!
En lo que nos toque ser en la vida hay que tratar de ser el mejor, pero jamás creerse el mejor.
No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.
Es la muerte la falta de instrumentos del alma por los cuales se prolonga la vida.
La fuente de la vida es el corazón.
Sal de la vida es la amistad.
No hay cosa por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana.
Desterrada la justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad que está unida a ella y vive por ella.
La primera condición para la paz es la voluntad de lograrla.
Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso.
No hay riqueza tan segura como un amigo seguro.
Es inútil toda polémica si no hay esperanza de que resulte provechosa.
La diligencia en escuchar es el más breve camino hacia la ciencia.
Desventurado el hombre que no tiene quien le amoneste cuando tiene necesidad de ello.
El corazón es lo primero que vive en la estructura del animal y lo último que muere. En él tiene su comienzo y su término la vida.
No esperes que tu amigo venga a descubrirte su necesidad; ayúdale antes.
Nada es fácil ni tan útil como escuchar mucho.
No puede existir bondad alguna donde no haya conocimiento de ella.
Todo cuanto hemos entendido, reflexionado y comparado está dispuesto para servir a la razón.
Ni la utilidad del mentir es sólida,ni el mal de la verdad perjudica mucho tiempo.