Frases de Juan Luis Vives ( 3 )

¿Quién podrá quejarse de que tiene pocos oyentes si el Creador del género humano se conformó con doce hombres?

No hay cosa tan lejana de las letras como la codicia y preocupación por el dinero.

No pienses que todos huelgan de oír lo que tú huelgas de decir

¿A qué se reduce el orador, si habla en monólogo y nadie le pincha ni le excita? Forzosamente se entorpecerá y languidecerá.

Esto quiere, esto manda Dios, que el hombre ame al hombre por el mismo hecho de ser hombre; que no atienda a su raza ni a su condición, sino a la humanidad y a Dios.

Sé lento en adquirir amistades, pero sé constante en retenerlas una vez admitidas.

La tiranía de la ignorancia es... la más dura y lóbrega de las esclavitudes.

Jamás es nociva la reprensión aunque venga de tu enemigo.

No es igual conocerse a sí mismo que juzgar de sí mismo.

La ociosidad es padre y madre de todos los vicios.

Desgraciado aquel que no halle quien le avise cuando es menester.

No se debe tocar con ligereza lo que es peligroso dejar sin resolver.

Salud es la disposición del cuerpo tal que el espíritu esté vigoroso.
El humanista relacionará unos estudios con otros, pues todos ellos tienen entre sí alguna coherencia y parentesco. Será afanoso de saber y jamás le pasará por la mente haber llegado a la cumbre y...

Nada hay más útil que aprender muchas cosas, ni más fácil que oírlas

Propio de todo hombre es el errar. Pero de nadie, sino del necio, el mantenerse en el error.

El que se hace amigo de un mal sujeto ha de esperar que esta amistad le reportará otras amistades peores.

Si de los hombres esperamos el premio, nos quedaremos sin el divino, y las más veces también sin el humano

Malo es que trabajen los hombres para morir ricos, no para vivir como tales hombres.

Si han de creer lo que dices, igualmente te creerán sin jurar que jurando, y si no han de creerte, cuanto más jures más se alejarán de ti.