Pueblo, si los que te gobiernan dejan de ser gobernantes, y se convierten en verdugos, y te chupan la sangre, y te ofenden y mancillan; la revolución es un derecho de los tuyos, ejércelo
Libertad y anarquía son cosas muy diferentes
Mas al espíritu grandioso suele calmarle la victoria; y la moderación es un goce para él y yo entiendo además que el que lo quiere y lo procura puede mejorar de día en día
Serpiente es la soberbia, serpiente es la avaricia, serpiente la lujuria, la ira, y la gula, serpiente la envidia; la pereza no es serpiente porque no pica, es un animal inmundo que duerme en su fango...
No soy enemigo de individuos ni de clases sociales, donde está la corrupción, allí está mi enemigo; donde está el reinado de las tinieblas, allá me tiro sin miedo
No se necesita demostrar que si los buenos dejan el campo, serán los malos quienes los señoreen victoriosos
Somos libres porque lo somos, no porque un individuo consiente en que lo seamos mientras a él le agrade
La libertad primero que la literatura
Hagamos una guerra de virtudes si es posible, procurando cada cual superar al enemigo en honradez, buena fe, magnanimidad
Si no preparamos y llevamos a cima una espléndida reparación, no tenemos el derecho, ¡no, señor!, de dar el nombre de país civilizado a esos desgraciados pueblos. Los otros nos rehusarán, y just...
Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas para dar remedio a ellas.
Los escollos son frecuentes, las espinas de la senda muy punzantes
No hay muerte más gloriosa que la del campo de batalla, cuando se combate, por la honra de la patria. Si triunfa, merecerá el perdón de los buenos ecuatorianos; y su gloria no tendrá ya un insuper...
El azote pasó. Los grandes criminales deben ser condenados inexorablemente; los secuaces y ciegos instrumentos, generosamente perdonados
De la sangre ha salido muchas veces la hermosa libertad risueña y fulgurante
Quien bien quiere bien obedece
Libertad es el supremo civilizador de los hombres
Hagamos revoluciones, pero hagámoslas dignas de la libertad y la moral
Los soldados que nos han dominado hasta ahora, pudieron prescindir de toda filosofía; mas los hombres que no son ni pequeñuelos ni ignorantes ¿por qué no habríamos de adoptarla?
La soberbia es el abismo donde suele desaparecer hasta el mérito verdadero