Supongo que me pregunto si la política podría separarnos.
unas manchas de sangre tiñeron la nieve; de un rojo brillante a juego con la bandera que ondeaba encima.
atacó a los bolcheviques, no por tener los ideales equivocados, sino por tener los ideales correctos pero ser incapaces de vivir de acuerdo con ellos.
Habrá que cruzar ese puente cuando se llegue a él.
Ethel recordaba cómo le habían crecido los pechos a Dilys más o menos por la época en que se dio cuenta de que en realidad sí podías quedarte embarazada haciéndolo de pie.
Cuando esté a punto de recibir una negativa, he de conseguir un aplazamiento.
«Soldado del Ejército Rojo: ahora estás en suelo alemán. ¡Ha llegado la hora de la venganza!». Era
La relación de amor no es la misma que la de la adoración. Se adora a un dios. Solo los seres humanos pueden ser amados. Cuando adoramos a una mujer no podemos amarla. Luego, cuando descubrimos que ...
«Cuarenta y cinco años de comunismo y seguimos sin tener papel higiénico.»
No se puede encarcelar a la oposición y seguir fingiendo que crees en la libertad.
la guerra había hecho aflorar toda su fortaleza y su coraje
hemos ganado ?se dijo?. Somos los vencedores. El pueblo ha derrocado a sus opresores.»
su educación le había enseñado que actuar era preferible a quejarse.
La comida no era tan buena como la que le servían en su casa, pero la atmósfera era muy tranquila. Los sillones del saloncito para fumadores eran antiguos y cómodos, los camareros eran mayores y le...
la piedad de sus enemigos era la peor de las humillaciones.
En los últimos tiempos evitaba las discusiones políticas con desconocidos; por lo general, siempre tenían respuestas fáciles para todo: enviar a todos los mexicanos a casa, reclutar a los Ángeles...
A veces la Unión Soviética parecía más un monasterio medieval donde todo el mundo había hecho voto de pobreza y obediencia.
El único pecado es el orgullo.»
Decía que la integridad personal es como una espada: no debería blandirse hasta el momento de ponerla a prueba.
Por desgracia, Jesús se aparecía a los chicos con imaginaciones febriles, no a hombres sobrios y racionales.