Un sabor eterno se nos ha prometido, y el alma lo recuerda.
La patria es un peligro que florece.
Si cada cual se ocupase de lo suyo, el mundo daria vueltas mas aprisa.
Y mañana, cuando tu primavera se derrumbe como la arquitectura de una flor, cuando te huyan todas las miradas y se te nieguen todas las sonrisas; cuando las noches alegres te vuelvan sus espaldas, y ...