Nadie se da cuenta de lo hermoso que es viajar hasta que llega a casa y descansa su cabeza sobre su edad, almohada familiar.
Los que son sabios, poco hablan; y los que hablan mucho, son poco sabios.
No hay una edad para empezar a ser galante ni para dejar de serlo.
Bromear es una de las cosas amenas de la vida, pero cuesta muchos años de aprendizaje.
El máximo de poder es la iniciación de la decadencia.
Los libros no deben clasificarse nunca. Clasificarlos es una ciencia, pero no clasificarlos es un arte.
La sabiduría de la vida consiste en eliminar lo que no sea esencial.
En esta vida hay lágrimas, y lo que importa, después de todo, es ante que lloramos.
Perdonamos a Los grandes del mundo porque han muerto; pero en vida son imperdonables.
El hombre superior ama su alma; el hombre inferior ama su propiedad.
Si no puedes vivir una vida bella, debes soñarla.
El humor es parte de la vida y en consecuencia no debe ser excluido, ni aun de la literatura seria.
Vive como si no fueras a morir nunca, actúa como si fueras a morir mañana.
Nuestras vidas no están en manos de los dioses, sino en manos de nuestros cocineros.
Hay dos maneras de difundir la luz... ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja.
No hay condición tan baja que no tenga esperanzas, ni ninguna tan alta que no inspire temor.
Un hombre educado es el que tiene los amores y los odios juntos.
La función química del humor es ésta: cambiar el carácter de nuestros pensamientos.
La vida está compuesta de insignificancias; el año de instantes y las montañas de granos de arena. Por lo tanto no subestimes nada, por pequeño que te parezca.
Es muy simple; cuando uno quiere a una persona puede llamarla por cualquier nombre, que siempre tiene un sentido cariñoso.