Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizando su felicidad y holgando su industria.
Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida.
Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es solo para aquéllos.
Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola conce...
La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio.
La vida es nada si la libertad se pierde.
Esta paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte.
Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél.
Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí mismo, solo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer est...
No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo.
Mis ideas no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar partidos, ni seguirlos.
Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza; es preciso contenerla y pedir a Dios que la destierre, porque de no, esto es de nunca acabar y jamás veremos la t...
Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos.
No hallo medio entre salvar a la patria o morir con honor.
Desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos nos enseña cuánto aprecio han merecido todos aquéllos que han puesto el cimiento a alguna obra ben�...
A quien procede con honradez, nada debe alterarle. He hecho cuanto he podido y jamás he faltado a mi palabra.
El miedo solo sirve para perderlo todo.
Sirvo a la patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro.
Los hombres no entran en razón mientras no padecen.
Se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y solo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la ...