Poemas de ignacio manuel altamirano. Encuentra docenas de poemas de ignacio manuel altamirano con fotos para copiar y compartir.
El pueblo de México, cansado ya de los abusos del clero y de las traiciones de los conservadores, se reunió en una gran multitud frente al palacio nacional, y por aclamación multitudinaria y por or...
Los amigos íntimos son los que están más próximos a tornarse enemigos acérrimos
Creer uno que sabe Historia porque la conoce en los compendios, es querer formarse idea de la grandeza del mar, al comer una ostra
La franqueza áspera produce las más de las veces odio; pero la lisonja produce desprecio siempre
La envidia es el cáncer del talento. No tener envidia es un privilegio de salud que debe agradecerse a los dioses más que la salud física
La envidia no tiene nunca ni la franqueza de la risa, ni el arrebato de la cólera; no tiene más que sonrisas frías y lágrimas ocultas
¡Pílades y Orestes! Vuestra amistad, como los amores de los dioses, pertenece a la fábula
El poder tiene espinas, pero para algunos gobernantes es sabroso, con todo y ellas, como las sardinas
El matrimonio es como la moda; todo el mundo habla mal de ella, pero todo el mundo la acepta para sí y su familia
El hígado es la víctima de la envidia. No pocas veces lo es también el corazón
De todos modos, la religión, bien podría decirse, las religiones, se han apresurado en todo tiempo a dirigir los instintos y movimientos humanos, causados o no por las estaciones, y a enderazarlos p...
Confesar el mérito de otro es probar que uno lo tiene. Negarlo injustamente, prueba que no pudiendo uno elevarse, pugna por poner a todo el mundo a su nivel
La vida es una cadena de necedades de las que no es la menor la de no querer hacerlas
En las guerras de Independencia, la fe es lo primero, pero la acción es lo que hace útil la fe. Sin ella, esta virtud no vale nada
Asearse con esmero, no es cuestión de opinión política sino de higiene y educación
La envidia es proteiforme. Sus manifestaciones más comunes son la crítica amarga, la sátira, la diatriba, la injuria, la calumnia, la insinuación pérfida, la compasión fingida, pero su forma má...
Sufrir por la libertad... es marchar por un sendero de abrojos que solo se convierte en rosas cuando uno ha pasado
Así como la tierna corteza de un árbol sumergida por mucho tiempo en las aguas de cientos de ríos, se petrifica, el corazón humano sumergido en el pesar, al fin se vuelve empedernido
Si fueran a reproducirse en los papeles públicos, los elogios que durante la ausencia se hacen los amigos íntimos, habría duelos a muerte todos los días
Observad a las prostitutas: hablan mal de todas las mujeres; observad a los malvados: hablan mal de todos los hombres. Es un triste consuelo para estas dos clases de gente
El antagonismo para el hombre de mérito es el combate noble; para el envidioso es la cruel tortura
En la primavera de la vida, hasta las espinas florecen y hasta las penas tienen un sabor de felicidad.
Los fatuos son los que menos gozan de las mujeres, pero son los que más las perjudican
Decid a los hombres las verdades como dais purgas a los niños. De otro modo lograreis irritarlos sin corregirlos
Un buen consejo a los solteros: No hay que casarse sino con una mujer que sea bastante hermosa para no necesitar dote, o bastante rica para no necesitar belleza
Hay naturalezas nerviosas que se estremecen cuando estalla un cohete y nada sienten cuando truena el cañón. Hay almas que se escandalizan de una falta y no se alarman ante un crimen
¿Queréis hablar estando poseído de ira? Adoptad el acento de los grandes trágicos y no gritéis. La voz apagada es más terrible y más elegante, si esto último puede decirse
La religión es el hada buena de la infancia, ese crepúsculo matinal de la vida. Ella encanta el cerebro y el corazón de los niños y puebla de dulces y tiernos recuerdos el espacio azul de los prim...
El valor es como la desnudez de la mujer; para que cause atractivo es preciso que no se muestre, sino de cuando en cuando. Si sale a la luz a cada rato, pierde su mérito
El envidioso, a los hombres irritables causa cólera; a los reflexivos tan solo inspira lástima
La envidia como la ictericia se conoce en el color de los ojos y en el de la piel
La buena educación es como el perfume de las rosas, se percibe desde lejos. 1987.
Para profesar odio a una persona, es preciso, como para amarla, tenerle estimación. A los que no se estima se les desprecia simplemente
Dominar la cólera, tiene más mérito que batirse en duelo por no haberla dominado
Si la culebra pudiese hablar, sería el mayor calumniador del león. Los hombres reptiles por eso persiguen con su lengua a las almas superiores
Los guerreros más valientes han sido siempre los hombres más llenos de cortesanía, y aún cuando hayan sido insultados, se han mostrado afables
En chanza se prueba la buena educación. El hombre culto la emplea con amenidad, ligereza y gracia. El majadero no usa en ella sino groserías que se graban el corazón como injurias
La fidelidad y la gratitud son dos flores raras que se encuentran difícilmente. Solo Dios se encarga de su cultivo; los jardineros no logran generalmente producir más que una falsificación de ellas...
Para trepar sobre una roca, el reptil se arrastra; el león da un salto. Para llegar al poder, el hombre reptil comienza por humillarse; el hombre león comienza por ser altivo
Los hombres que a todo sacan su valentía son como esa gente que tiene mala voz y que anda siempre cantando