La modestia no es otra cosa que el orgullo vestido de máscara.
Las circunstancias hacen a los hombres hábiles lo que ellos quieren ser, y pueden con los hombres débiles.
El talento no ha de servir para saberlo y decirlo todo, sino para saber lo que se ha de decir de lo que se sabe.
¿En dónde ve el pueblo español su principal peligro, el más inminente? En el poder dejado por una tolerancia mal entendida.
En punto a amores tengo otra superstición: imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder es que una mujer le diga que le quiere.
En el matrimonio es preciso contar con cualidades que resistan, que duren, y las grandes pasiones pasan pronto; al paso que una condición apacible en todos tiempos es buena.
Las teorías, las doctrinas, los sistemas se explican; los sentimientos se sienten.
Las circunstancias... palabras vacías de sentido con que trata el hombre de descargar en seres ideales la responsabilidad de sus desatinos.
Y el gran lazo que sostiene a la sociedad es, por una incomprensible contradicción, aquello mismo que parecería destinado a disolverla; es decir, el egoísmo.
Los amores más duraderos son aquellos en que uno de los dos amantes es extraordinariamente celoso.
El público siente en masa y reunido de una manera muy distinta que cada uno de sus individuos en particular.
Muchas cosas me admiran en este mundo: esto prueba que mi alma debe pertenecer a la clase vulgar, al justo medio de las almas; solo a las muy superiores, o a las muy estúpidas, les es dado no admirar...
Generalmente, se puede asegurar que no hay nada más terrible en la sociedad que el trato de las personas que se sienten con alguna superioridad sobre sus semejantes.
Ni ve que su mismo fuego presto su beldad destruye, y que donde el goce empieza el placer allí sucumbe
Para el elogio corre nuestra pluma rápidamente. Cuando se trata, empero, de vituperar, solo a fuerza de horas podemos dar concluído a la prensa el artículo más conciso.
Siempre ha gemido la prensa; pero hoy que le das, Talidio, a imprimir tus obras todas, gime al menos con motivo.
Aquí yace media España, murió de la otra media
El amor propio ofendido es el más seguro antídoto del amor.
La inteligencia ha sido en todos los tiempos la reina del mundo y ha vencido las preocupaciones.
Es gloria el rendimiento y no flaqueza y es dichoso el que puede obedeciendo obedecer al menos a una hermosa.