Me parece muy bonito para trabajar en diferentes países porque veo las diferencias de mentalidad allí. Es tan rico, siempre se lleva adelante algo.
Tuve la suerte de que mis padres me educaron en tres idiomas. Con mi madre hablaba holandés, con mi padre italiano, y en la escuela aprendí alemán. Pero mi lenguaje principal es el italiano.
Si me voy a Alemania, aprendo algo adicional. La televisión alemana es muy precisa y respetable. Uno nunca tiene estrés. En Italia es más dinámico. Pero me divierto con locura en ambos países.