Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdad.
Existe gente que está tan llena de sentido común que no le queda el más pequeño rincón para el sentido propio.
Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte.
A veces, el silencio es la peor mentira.
A menos pensamiento, pensamiento más tiránico y absorbente.
El que quiere todo lo que sucede, consigue que suceda cuanto quiere. ¡Omnipotencia humana por resignación!. A esta resignación solo por la gracia se llega.
El progreso consiste en renovarse.
La opinión de toda una multitud es siempre más creíble que la de una minoría.
El escritor solo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.
El rico no es el que posee oro y plata, sino el que se contenta con poco.
Lo sabe todo, absolutamente todo. Figúrense lo tonto que será.
A un pueblo no se le convence sino de aquello de que quiere convencerse.
Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, y a verle el fondo y el alma, y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco.
Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a las suyas, con la santa libertad del obediente.
Si corres mucho es muy posible que te Hundas en el pantano, si vas muy despacio es muy posible que te hundas en el pantano.
No existe peor intolerancia que la de la razón.
La moda, es decir, la monotonía en el cambio.
Saber llorar es la sabiduría de la sencillez.
Son tantos los mortales que no pueden digerir la felicidad!. La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bién, muy indigesta.
En un divorcio, no importa si el casamiento se acordó legalmente o no. La propiedad debe ser dividida de cualquier modo.