La violencia es siempre un acto de debilidad y generalmente la operan quienes se sienten perdidos.
La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen para provecho de gentes que sí se conocen pero no se masacran.
La paz es más difícil que la guerra. Se necesitan dos para hacer una paz, y solamente uno para hacer una guerra.
Un hombre solo siempre está en mala compañía.
Hay que ser ligero como el ave, y no como la pluma.
Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo y su propio contenido.
Lo que ha sido creído por todos siempre y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso.
Ninguna cosa impuesta por la violencia será duradera. La violencia lleva implícita en sí misma la debilidad.
Todos nuestros enemigos son mortales.
No sé qué es la conciencia de un tonto; pero la de un hombre intelectual está llena de tonterías.
No hay que llamar ciencia más que al conjunto de fórmulas que siempre tiene tanto éxito. Todo el resto es literatura.
Lo que mas irrita a los tiranos es la imposibilidad de ponerle grillos al pensamiento de sus subordinados.
La educación profunda consiste en deshacer y rehacer la educación primera.
El perro hizó del hombre su Dios, si el perro fuera ateo sería perfecto.
El hombre es mucho más complicado que su pensamiento.
El problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era.
El jugador de ajedrez debe trasladar sus capacidades intelectuales a otras artes como las letras y la filosofía, ya que realiza muchas más combinaciones que casi todos los autores literarios.
Las obras no se acaban, se abandonan.
Lo peor de la filosofía es que es una cosa personal y no lo quiere ser.
Todo hombre lleva en sí un dictador y un anarquista.