Estimo mucho a las personas que conozco. De aquí que no trate de conocer a nadie.
La elegancia es cuestión de esqueleto.
La ironía no es nunca inmoral.
Las cartas de recomendación son las que se entregan a un inoportuno para que vaya a importunar a otro.
Los funcionarios son los empleados que el ciudadano paga para ser la víctima de su insolente vejación.
La estadística es una ciencia según la cual todas las mentiras se tornan cuadros.
El hombre no vive, como las bestias salvajes, en un mundo de cosas meramente físicas, sino en un mundo de signos y símbolos.
La vida no es en sí ni un bien ni un mal, sino el lugar del bien o del mal, según que el hombre practique lo uno o lo otro.