Enseñar a quien no quiere aprender es como sembrar un campo sin ararlo.
Pierde una hora por la mañana y la estarás buscando todo el día.
Quizás la existencia de una respuesta dependa solamente de que se haga la pregunta adecuada.
Pierde una sóla hora a la mañana, y todo el día andarás a la caza de ella.
La felicidad no es cosa de risa.
La honestidad es la mejor política, pero el que se rige por esa máxima no es un hombre honrado.
A nuestro juicio de las transacciones humanas, la ley de la óptica se invierte, vemos las más indistintamente los objetos que están cerca de nuestro alrededor.
Para conocer su pasión dominante, examine sus castillos en el aire.
Los hombres son como las ovejas, de las cuales un rebaño es más fácilmente impulsado a una sola.
Todo el mundo quiere tener la verdad de su parte, pero no todo el mundo quiere estar en el lado de la verdad.
Hay un alma de verdad en el error, hay un alma del bien en el mal.