Frases de Tomás de Aquino ( 4 )

No hay nada en esta tierra más que apreciado que la verdadera amistad.

La efusión de toda gracia en nosotros, no pertenece más que a Cristo y esta causalidad santificante resulta de la unión íntima que hay en Cristo entre la divinidad y la humanidad

Se dice esto por ello y no por ello se dice esto.

La verdad de nuestra fe se convierte en objeto de ridículo entre los infieles si cualquier católico, no dotados de la formación científica necesaria, se presenta como dogma lo escrutinio científi...

El verdadero maestro es aquel que ayuda al alumno a alcanzar la perfección de la ciencia

La ley es la prescripción de la razón, ordenada al bien común, dada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad

Para ser voluntario un acto, ha de proceder de un principio intrínseco con algún conocimiento del fin

Los bueno es aquello en cuya posesión el apetito descansa, y lo bello, en cambio, aquello cuya contemplación agrada

Sea cual fuere el don que hagamos a alguien, el primer regalo que le hacemos es el de amarle

El derecho es lo justo o ajustado a otro conforme cierta clase de igualdad

El bien común supera al bien particular

Es necesario que la diversidad de naturaleza en las potencias se establezca en razón de la diversidad de los actos, lo que a su vez se establece en razón de la diversidad de los objetivos

Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia.

La inconstancia es un pecado especial de la prudencia

La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano.

Porque la filosofía surge del temor, un filósofo está obligado en su camino a ser un amante de los mitos y fábulas poéticas. Los poetas y los filósofos se parecen en ser grande con asombro.

El Ser subsistente por sí mismo

El amor ocupa el sitio que el conocimiento deja

El teólogo considera pecado principalmente como una ofensa contra Dios, el filósofo moral como contrario a lo razonable.

El pecho no es parte que provoque vehementemente la lascivia