Tener con quien llorar aminora el llanto de muchos.
Raro y celestial don, el que sepa sentir y razonar al mismo tiempo.
El cielo se encarga de que nadie asegura la felicidad por el crimen.
Primeras ideas no siempre son los mejores.
Un rey no debe caer nunca de su trono, excepto cuando el trono cae.