El hombre es un objeto de placer.
El teatro no se hace para cantar las cosas, sino para cambiarlas.
El único error de dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar.
Mi amigo Mario Moncelli tiene una teoría: mueren solo los capullos, claro que un momento de capullismo lo tiene todo el mundo en la vida, pero yo intentaré estar atento
El demandante es un mentiroso que se presenta como la máxima sinceridad.