Frases de Wallace Stevens
Generalmente la experiencia se atribuye a las personas de cierta edad y, lo que es peor, se la atribuyen ellas mismas.
Los que se desaniman ante un fracaso es porque ya tienen todo lo que pueden.
El dinero es una clase de poesía.
Lo más hermoso en el mundo es, por supuesto, el mundo mismo.
En el mundo de las palabras, la imaginación es una de las fuerzas de la naturaleza.
La muerte es la madre de la belleza, por lo que a partir de ella, solo, vendrá el cumplimiento de nuestros sueños y nuestros deseos.
En la poesía, debe amar a las palabras, las ideas y las imágenes y ritmos con toda su capacidad de amar nada.
Si la poesía debe dirigirse a las mismas necesidades y aspiraciones, las mismas esperanzas y temores, a la que la Biblia se dirige, podría rivalizar con él en la distribución.
Tal vez es de más valor para enfurecer a los filósofos que ir junto con ellos.
Como la vida se hace más terrible, su literatura se hace más terrible.
Considerar la imaginación como la metafísica es pensar en ella como parte de la vida, y para pensar en él como parte de la vida es darse cuenta de la magnitud de artificio. Vivimos en la mente.
El camino a través del mundo es más difícil de encontrar que el camino más allá de ella.
Todo se complica, y si eso no fuera así, la vida y la poesía y todo lo demás sería un aburrimiento.
Intolerancia a respetar la religión de otras personas es la tolerancia en sí, en comparación con la intolerancia a respetar el arte de otras personas.
La razón puede dar nada como la respuesta al deseo.
La mayoría de la gente lee poesía escuchando los ecos debido a que los ecos son familiares para ellos. Ellos vadear a través de la forma de un niño vadea a través del agua, tanteando con los dedo...
El verdadero artista nunca es 'fiel a la vida.' Él ve lo que es real, pero no lo que normalmente somos conscientes de ello. No vamos a asaltar por la vida como actores en una obra. Arte nunca es la v...
El pensamiento es una infección. En el caso de ciertos pensamientos, se convierte en una epidemia.
No sé cual prefieren, la belleza de las inflexiones o la belleza de insinuaciones, el mirlo que silba, o justo después.
Tal vez la verdad depende de un paseo por el lago.