Frases de William Shakespeare ( 14 )


El hombre arruinado lee su condición en los ojos de los demás con tanta rapidez que él mismo siente su caÃda.

Nuestra paz se mantendrá firme como las montañas rocosas.

Con el tiempo nos gusta lo que a menudo nos tememos.

Cuando un padre da a su hijo, ambos rÃen, cuando un hijo le da a su padre, tanto llorar.

Aquel a quien le gusta que le adulen es digno del adulador.

El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras.

Cuanto más grande es la prueba, más glorioso es el triunfo.

A fin de cuentas, lo cierto es cierto.
O Romeo, Romeo! Por lo cual eres Romeo?
Niega a tu padre y rechaza tu nombre;
O bien, si tú no, pero ser jurado mi amor ...
"Solo tu nombre es mi enemigo;
¿Qué hay en un...

La ingratitud es más fuerte que el arma del traidor.

Nuestras dudas son traidores que muchas veces nos hacen perder el bien que podrÃamos ganar si no temiéramos buscarlo.

La belleza, sin necesidad de valedores, persuade por sà misma los ojos de los hombres.

Es desdicha de las edades que los locos sirvan a los ciegos de lazarillos.

Pesas promesas con juramentos y pesaréis la nada.

Trata de no censurar, porque todos somos pecadores.

Morir, dormir... ¿dormir? Tal vez soñar.
(Hamlet, 3.º acto, escena I)

Llevo una vida de ensueño.

Si estamos marcados para morir, somos suficientes para hacer nuestra pérdida paÃs, y si para vivir, menos los hombres, la mayor parte de honor.

Como vuela a chicos sin sentido, vamos a los dioses, nos matan para su deporte.
ConstruirÃa ante ti una cabaña de sauce y reclamarÃa mi alma en tu morada, escribirÃa sinceros versos de desdeñado amor y los cantarÃa alto en el silencio de la noche, gritarÃa tu nombre al eco...