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AQUELLOS A LOS QUE NUNCA PERDONAMOS,
SON A QUIENES LES HEMOS FALLADO.
Por:cancionXti
Mi misión es matar el tiempo, y la del tiempo es matarme en su turno a mí, Qué cómodo se encuentra uno entre asesinos.
Fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira. Ella es justamente ambos, pero mejorados.
El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad.
No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos qué forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el tiempo.
Podemos estar orgullosos de lo que hemos hecho, pero deberíamos estarlo mucho más de lo que no hemos hecho. Ese orgullo está por inventar.
El deseo de morir era mi interés excluyente; a él le sacrifiqué todo, hasta la muerte.
El insomnio es una lucidez vertiginosa que convertiría el paraiso en un lugar de tortura.
Dios: una enfermedad de la que imaginamos estar curados porque nadie se muere de ella hoy en día.
Para usted que ya no la tiene, la libertad es todo. Para nosotros que sí, es meramente una ilusión.
Los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a quienes no les han cortado la cabeza.
Los días no adquieren sabor hasta que uno escapa a la obligación de tener un destino.
Cambiar de idioma, para un escritor, es como escribir una carta de amor con un diccionario.
Escriba libros solo si lo que va a decir en ellos usted nunca se lo confiaría a nadie.
No vale la pena molestarse en matarse porque uno siempre se mata demasiado tarde.
¿Quién se revela? ¿Quién se levanta en armas? El esclavo raramente, pero casi siempre el opresor convertido en esclavo.
El crimen en plena gloria consolida la autoridad por el miedo sagrado que inspira.
La naturaleza, buscando una fórmula que pudiera satisfacer a todo el mundo, escogió finalmente la muerte, la cual, como era de esperar, no ha satisfecho a nadie.
Lo esencial surge con frecuencia al final de las conversaciones. Las grandes verdades se dicen en los vestíbulos.
Si no poseo el gusto del misterio es porque todo me parece inexplicable, o mejor dicho, porque lo inexplicable es mi único sustento y estoy harto de él.
La verdad empieza por un conflicto con la policía, y termina cuando los llamamos para que intervengan.
Imposible asistir más de un cuarto de hora sin impaciencia a la desesperación de alguien.
Cuando se ha salido del círculo de errores y de ilusiones en el interior del cual se desarrollan los actos, tomar posición es casi imposible. Se necesita un mínimo de estupidez para todo, para afir...
Un pueblo no representa tanto una acumulación de ideas y teorías como de obsesiones.
Mi misión es matar el tiempo y la de éste matarme a su vez. Se está bien entre asesinos.
Lo sentimos orgullosos de descubrir que le pertenece a usted nada - lo que una revelación.
En cada hombre duerme un profeta, y cuando se despierta hay un poco más mal en el mundo.
El deseo de morir fue mi única preocupación, a ella me he sacrificado todo, incluso la muerte.
Para ustedes que no lo posee, la libertad lo es todo para nosotros que lo hacen, no es más que una ilusión.
¿No es la historia en última instancia el resultado de nuestro miedo al aburrimiento?
El hombre debe vencer a sí mismo, debe hacer él mismo la violencia, con el fin de llevar a cabo la más mínima acción no contaminado por el mal.
El hecho de que la vida no tiene sentido es una razón para vivir - por otra parte, el único.
No estaríamos interesados ??en los seres humanos, si no tuviéramos la esperanza de algún día conocer a alguien en peores condiciones que nosotros.
Males y maravillas de la energía, que el infierno tónico, síntesis de veneno y la panacea.
Un instante de lucidez, solo uno; y las redes de lo real vulgar se habrán roto para que podamos ver lo que somos: ilusiones de nuestro propio pensamiento.
Una maravilla que no tiene nada que ofrecer, la democracia es a la vez el paraíso de una nación y su tumba.
La vida es posible solo por las deficiencias de nuestra imaginación y la memoria.
Escribe libros solo si usted va a decir que las cosas que nunca se atrevería a confiar a nadie.
La sociedad no es una enfermedad, es un desastre. ¡Qué milagro estúpido que uno puede vivir en ella.
¿Qué le depara el futuro, que la mitad del tiempo, importa al hombre que se enamora de la eternidad?